lunes, 19 de febrero de 2007
¡Por un Casco Histórico con vida!
Nací en el Casco Histórico de Hondarribia, en la Plaza del Obispo. En esa plaza aprendí a andar en bici, una Orbea azul, era de una amiga. En esa plaza jugábamos a las canicas, a la rayuela, a los cromos, con las tabas, saltábamos a la cuerda... todos los juegos de la infancia. Al lado está el colegio de las monjas, y de niñas, cuando estas pasaban, dejábamos los juegos y les decíamos «Ave Maria Purísima», al mismo tiempo que besábamos la cruz que llevaban colgando. En esa plaza fueron mis primeros amores adolescentes.
Todas las compras las hacíamos en la Calle Mayor, en la calle de las Tiendas y en la plaza de Armas. Había todo tipo de comercios: una farmacia, varias pescaderías, carnicerias, bares, droguerías, mercerías, panaderia con el horno de leña –allí asaban el cordero, el bizcocho... lo que necesitábamos–, dos estancos, tiendas de comestibles, una pasteleria, un zapatero, una peluquería, una tienda de souvenirs –en la puerta de la tienda tenían colgado un cartel pequeño que decía «on parle français». En la Plaza de Armas estaba la oficina de correos –Correos y Telégrafos–. No había necesidad de ir a la Marina, porque había todo lo necesario para vivir en el barrio.
¿Qué queda, ahora, de todos aquellos comercios? La calle que está enfrente de la parroquia se llamaba y se llama calle de las Tiendas. En ella estaba el mercado de verduras y el matadero, además de muchos comercios. Actualmente no encontraremos nada. Solo quedan un bar, y al final de la calle, en el otro extremo, una peluquería y al lado una inmobiliaria.
¿En qué se han convertido los bajos comerciales que existieron anteriormente? ¿Qué encontraremos actualmente? Muchos de los locales de la Calle Mayor son oficinas de servicios del ayuntamiento: Juzgado de Paz, Recaudación, Asistencia Social, Prevención Comunitaria, el local donde se reunen los partidos de la oposición –Branka, Ezker Batua, PP, PSOE–.
¿Qué más encontraremos? Pues, unos restaurantes, cinco exactamente, pub-cafeterias, dos tiendas de ropa y artículos exóticos, una tienda de muebles y regalos, una tienda de comestibles y varias salas de exposiciones. La panadería continua, la peluqueria de la calle Mayor y el estanco de la Plaza de Armas también.
Muchos locales estaban cerrados. ¿Y ahora? ¿Qué sucede con ellos? Ocurre, que gracias a la política y a la decisión del ayuntamiento, que concede permiso de habitabilidad para que los bajos comerciales se conviertan en viviendas, no quedan locales para poner ningún comercio,no hay nada de comercio, pues no hay quien pague un bajo comercial al precio de una vivienda. ¡Y que precios tienen las viviendas aquí! Si un local tiene 40m2 no tendrá ningun problema para realizar la reconversión.
Me vienen las imágenes del casco antiguo de Laguardia, lleno de comercios, de vida; la rue Gambetta de San Juan de Luz, Donibane Garazi (Saint Jean de Pié-de-Port), las Siete Calles de Bilbao, Zarautz, el casco antiguo de Saint Michel, el de Saint Malo (Bretaña), el de la ciudad de Brujas, el de Carcasona... llenos de comercios, de visitantes, de vida.
Así mismo me viene a la memoria un slogan publicitario de la Diputación de Gipuzkoa que escuché en radio Euskadi: “Donde hay comercio, hay vida”. Al escucharlo sentí rabia, sentí que nos ofendían, pues los slogans que retransmiten en los medios de comunicación –pagados con el dinero de todos nosotros– no tienen nada que ver con su práctica, al menos en Hondarribia, y prueba de ello es que nos están dejando sin comercio y, por lo tanto, sin vida.
El slogan fue un revulsivo. Decidí coger la cámara y hacer fotos de todos los locales vacíos, de todos los bares, restaurantes, comercios… y preguntar a todos –tanto a hosteleros como comerciantes, turistas, vecinos, artesanos– qué les parecía la vida en el Casco Histórico, qué echaban en falta, qué necesitaba nuestro barrio.
Más de una persona me preguntó si estaba colaborando con el ayuntamiento. Les explicaba por qué lo hacia, y, así mismo, que lo publicaría en internet, en mi blog. Todas las personas entrevistadas han manifestado su opinión y dejado bien claro qué piensan, qué sienten ante lo que está ocurriendo. He recogido todo tipo de opiniones: algunas muy enriquecedoras; otras muy críticas y duras ante la gestión del ayuntamiento y la actuación de los políticos; y tampoco han faltado propuestas interesantes y positivas.
Después de redactar lo que me habían comentado, les enseñaba para que lo vieran antes de que fuera publicado en el blog. Si había algo que rectificar, lo he hecho, y si estaban de acuerdo… a publicarlo.
Desde aquí quiero invitar a todas aquellas personas que leáis el blog a que manifestéis vuestra opinión, a que me lo comuniquéis si conocéis algún caso parecido, y si tenéis alguna propuesta interesante para crear ambiente en el Casco Histórico, pues también lo hagáis.
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me han encantado las fotos y sobre todo el articulo, estoy muy deacuerdo con lo que se dice!
ResponderEliminarfelicidades!