Salida hacia... el monte Puttarri
Hace aproximadamente un año que nos conocimos en los cursos de IRALE; más bien empezamos a conocernos. Este es nuestro tercer encuentro, ¡y no será el último!
Hemos pasado de la sintaxis a la sintonia, dejando a un lado los dichosos indefinidos –mugagabeak–, los condicionales –baldintzak–, las anáforas, las catafóras... y sin consultar, en ningun momento, el diccionario Zehazki de Ibon Sarasola.
Me han preguntado: ¿Por qué has puesto “hacia...”? Pues, porque yo no llegué hasta arriba, me quedé a 15’ de la cima. El paisaje era extraordinario, las hayas estaban preciosas, echando brotes; no podía seguir adelante sin disparar mi kalashnikoff, mi cámara. Y ocurrió algo maravilloso: ¡oí el kuku, el primer canto del kuku de esta primavera! Es algo que no deja de sorprenderme nunca, y me emociona. Nos acompañó durante todo el trayecto, excepto al final; pienso que, igual que yo, él también se cansó. Me parece que este año no será malo, económicamente hablando, pues al oir al kuku llevaba encima 20€ y todas las tarjetas! Otras veces me ha pillado sin blanca.
He puesto “hacia...” porque otra gran parte del grupo se quedó en el barrio Ergoien, en la sidrería Urbitarte, para dar la bienvenida a los sufridos montañeros. Y allí, en la sidrería, conocimos a la cuadrilla de Mamariga.
Sidreria Urbitarte. La cuadrilla de Mamariga
Mamariga es un barrio de Santurtzi, con mucha personalidad. Este grupo se encontraba, al igual que nosotros, en la sidreria Urbitarte del barrio Ergoien (Ataun). Cada vez que se levantaban para hacer txotx, allá ibamos tras ellos, pues así teníamos la oportunidad de escuchar al bertsolari que estaba en su grupo: Eusebio Lasarte, de Orio.
Les pregunté qué hacian por aquí, y me respondieron: “Estamos festejando la vida”.
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