La misa era a las 12, pero algunos cargos de la compañía Jaizkibel y la cantinera entraron antes para tener un espacio en la iglesia y sentarse en los bancos, con el mismo derecho que las demás compañías que desfilan en el alarde.
Entré para ver como estaba el ambiente, ya que en años anteriores no les dejaban sentarse. Y esto es lo que encontré. La serora colocando en los bancos unas listas, para las "autoridades", para los mandos del alarde, para las cantineras, y otra serie de listas, con nombres y apellidos de particulares, que lo mismo podía ser la panadera del barrio o la vecina de enfrente. El teniente de la compañía Jaizkibel les decía a las mujeres que aparecen en la foto que ese banco les correspondía a ellos.
Y yo me pregunto, ¿con qué autoridad estaba esa señora colocando unas listas con nombres y apellidos ocupando casi todos los bancos de la iglesia?
Y como no, alrededor de la serora, controlando toda la maniobra, estaban esas mujeres que aparecen en las fotos. Al ver lo que sucedía empecé a disparar, para tener testimonio gráfico de ello.La mujer rubia que está vestida de blanco comenzó a gritarme, de malas maneras: ¡¡¡FUERA DE AQUI, FUERAAA!!!
-¿Quien eres tu para decirme que salga de la iglesia? Este espacio es de todos.
(He comprobado que no les gusta que se tomen fotos de sus actuaciones sin sentido, incomprensibles e incivilizadas).
Y para impedir que los de Jaizkibel se sentaran todos juntos, ellas se pusieron entre los integrantes de esa compañía.
Cuando estaba fotografiando a la cantinera, esa mujer que está con la cámara de vídeo me decía gritando que no hiciera fotos, que le diera la cámara, que le diera la documentación; me amenazó diciéndo que si no lo hacía me denunciaría, ¡que ella ganaba todos los juicios!
¿Que no haga fotos a la compañía Jaizkibel? ¿Que no haga fotos a mi hija, la cantinera? Pero, pero, ¿quién se creen que son? ¡Han perdido totalmente el norte, sus actuaciones son de juzgado de guardia, están para ingresarlas en un psiquiátrico!
Las mujeres que estan en pie, estuvieron de esa manera todo el tiempo que duró a misa, sin respetar el ritmo del oficio religioso, impidiendo, con su actitud, que todas las personas que estaban detrás pudieran ver lo que ocurría en el altar.Y pregunto: ¿Quién manda en la iglesia? ¿La serora? ¿Esas mujeres que hacen sentir vergüenza ajena con sus actuaciones? ¿Dónde estaba Martin Iturbe, el cura responsable? ¿Hasta cuando va a seguir callándose la iglesia?
