miércoles, 28 de mayo de 2008
Maite Biurrarena
El domingo estuvimos en Leiza. Maite, una del grupo –7 emakume en femenino– exponía allí, en su pueblo. Y allá nos fuimos Laida y yo a ver la exposición de nuestra amiga.
¡Qué difícil es aparcar en este pueblo! –pensé. Luego comprendí por qué. Celebraban la Semana Cultural; en la plaza del pueblo estaban los puestos de artesanía, en las tabernas comimos unos pinchos riquísimos –¡qué croquetas!– Encontramos buen ambiente y también algunas caras conocidas de la zona del Bidasoa.
La exposición estaba en el piso superior del ayuntamiento; aunque parte de la obra la conocía, tenía piezas nuevas. Hace bastante tiempo me contó una anécdota muy bonita relacionada con unos lápices de colores que su amatxo le regaló siendo niña. Estaban en la exposición.
La última vez que fui a Leiza fui en bici, por la antigua vía del tren, por la vía verde del Plazaola, por Leitzaran, que va desde Andoain a Leiza. Para Laida era la primera vez; estaba tan asombrada de todo lo que veía, que parecía que nunca había estado en un pueblo pequeño.
–Ama, mira! Hay yeguas en ese pequeño prado –antiguamente era huerta– que hay entre las casas. ¡Cuánto tiempo sin ver algo así! ¡Qué verdes están los montes, y que cerca!
–¡Escucha, escucha, ama! ¡Oigo cantar a los pájaros!
–Amatxo, cada vez me cuesta más volver a Barcelona!
Nos despedimos de Leiza después de fotografiar el graffiti de las paredes del antiguo cuartel.
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Que bonito reportaje,si, me ha gustado, para las que no pudimos estar es un resumen perfecto. y la ultima foto del cuartel impresionante.
ResponderEliminarZurekin ere Zorionak Elu
laura
Eskerrik asko, Laura, no sabes bien qué ilusión me hace ver que alguien se anima a dejar un comentario!
ResponderEliminarLo impresionante es el graffiti, ¡que maravilla! Si supiera dibujar, yo también haría graffitis. Hay verdaderas maravillas por ahí, siempre que veo alguno, por muy sencillo que sea, no resisto la tentación de fotografiarlo, son verdaderas obras. Admiro a todos esos jóvenes transgresores que nos ofrecen su arte.
Gotzo