Paco Luna

Me suena a nombre de bandolero. No se trata de un cantante o un bailador de flamenco ni nada por el estilo, Paco Luna es un municipal de Hondarribia que casi me atropella esta mañana.
Acababa de echar los papeles al contenedor e iba a cruzar el paso de peatones, cuando he visto que venía el auto de los municipales a "toda leche", como si fuera conduciendo por el circuito de Le Mans, y además mirando hacia el lado derecho, hacia la pastelería, totalmente despistado. Me he tenido que echar hacia atras. ¡El tipo ni se ha enterado que había una persona en el paso de cebra! He levantado los brazos haciéndole notar mi presencia, y pasados unos cuantos metros –mirando hacia atrás– me ha gritado por la ventanilla, sin detener el auto: ¡Perdon! Menos es nada.

He comprado el periódico y a continuación me he dirigido a donde los municipales, deseaba decirle a la cara lo que pensaba de su manera de conducir: iba conduciendo por la calle de un barrio, entre casas, no por la carretera general.

Su respuesta ha sido: Ba, ¡no es para tanto!
-Y, si hubiera sido yo la conducía de esa manera, ¿me habrías multado? –le he preguntado–.
-¡Por supuesto! –ha sido su respuesta–. 
Por lo visto, algunos municipales de Hondarribia tienen licencia para conducir como locos y atropellar.

He tomado café con unos amigos y les he comentado lo que me ha sucedido. ¡Amatxo maitia! ¡Asombrada estoy de todo lo que me han contado! ¡Que historias! Han venido a mi memoria las noticias de los casos de corrupción de los municipales de Madrid y de otros muchos lugares. Le cursaré una invitación a Roberto Saviano, el escritor italiano autor del libro “Gomorra”, pues aquí no le va a faltaría material para escribir otra novela.